Hablar de Educación estos días es, desgraciadamente, hablar de movilizaciones provocadas por los recortes presupuestarios en Educación. Unos recortes por un valor global próximo a los 2.300 millones de euros, que ya ha tenido graves consecuencias en los dos últimos años. Pero las consecuencias más graves las notaremos en los próximos años. Hasta hace poco la Educación se consideraba unánimemente como una Inversión de futuro imprescindible para salir de la crisis y comenzar una nueva etapa d crecimiento sostenido. Ahora es, para los políticos en muchas Comunidades, un Gasto Público excesivo que hay que reducir. La Educación en España sufre una desaceleración más intensa que la de la propia economía, con un retroceso mínimo entre el 5,03 y el 4,79% del P.I.B. en dos cursos.
En la Enseñanza Concertada ya conocemos los efectos laborales de la Crisis:
- Unos recortes salariales medios del 5% al 7% para el profesorado en la mayoría de Comunidades desde junio del año pasado.
- La congelación, desde el 2008, de los salarios del personal complementario y de administración y servicios.
- Una reducción generalizada en los Presupuestos del Estado y de todas las Comunidades de las distintas partidas que forman los módulos de conciertos, que se extienden al personal complementario y los gastos de mantenimiento.
- La suspensión de los procesos de recolocación del profesorado despedido de centros en crisis y de las negociaciones abiertas con las administraciones.
- Una pérdida general de derechos asociada a la “Reforma Laboral” y a las nuevas normas del pasado mes de agosto, que afecta a las causas objetivas de despido, a la modificación sustancial de condiciones laborales de forma unilateral, a la facilidad para que el empleo sea precario…
Pero también están comenzando a producirse retrocesos en las condiciones laborales en muchas Comunidades Autónomas. No es cierto que, como afirman algunos sindicatos, los recortes sólo se adopten contra la Escuela Pública. Lo que sucede es que hay condiciones laborales, como la jornada lectiva, en que los trabajadores de la enseñanza concertada estamos muy lejos de las conseguidas por nuestros homólogos, los empleados públicos y, por tanto, tienen imposible traslación. Pero los datos comparados entre el año 2009 y 2011 demuestran que, por ejemplo, se está produciendo una disminución en las plantillas en los centros concertados tanto del profesorado como del personal complementario, y de administración y servicios en la mayoría de Comunidades Autónomas.
Desde CC.OO. estamos trabajando para que tanto el Gobierno como la Oposición hablen de Educación como inversión de futuro, y se comprometan en muchas Comunidades a no continuar por la vía de los recortes. Por eso, en plena elaboración de los nuevos Presupuestos de las Comunidades Autónomas, no podemos permanecer a la expectativa de ver qué decisiones se toman, sino que debemos tomar la iniciativa, presionando y defendiendo el servicio público educativo de calidad.
